En este artículo vamos a hablar sobre qué es el techo de cristal y cómo el ámbito privado afecta inevitablemente al desarrollo profesional de las mujeres, independientemente de su currículum y/o capacitación y habilidad. El ascenso de las mujeres a puestos de responsabilidad empresarial, político y social, a día de hoy, no es equiparable al de los hombres.
Significado de techo de cristal
Podemos definir diciendo que el techo de cristal es como una barrera imaginaria que impide que las mujeres lleguen a puestos de dirección relevantes dentro de las jerarquías corporativas.
A lo largo de su vida, las mujeres se encuentran con una serie de barreras que limitan su promoción personal dentro del mundo empresarial.
La expresión «Techo de cristal» proviene de la escritora Marilyn Loden, pronunciado por primera vez en el año 1978 durante una mesa redonda sobre las aspiraciones de las mujeres.
Los hombres eran considerados como «líderes innatos» y las compañías estaban predispuestas para que los hombres alcanzasen el éxito profesional, mientras se subestimaban las fortalezas y capacidades de muchas mujeres con talento.
Pero en la actualidad, no nos referimos sólo a prejuicios y discriminación que aún hoy algunas mujeres deben superar en nuestra sociedad, si no al papel de esposas, madres y/o amas de casa que en ocasiones duplican la carga de trabajo y por consiguiente disminuye la posibilidad de promoción dentro de los diferentes ámbitos profesionales.
Existe una relación de proporcionalidad inversa entre la carga de trabajo en el hogar y la posibilidad de promoción.
Existe una infrarrepresentación de mujeres en los puestos directivos como veremos en los datos que presentamos a continuación.
El techo de cristal en España en datos
- El 90,57% de las excedencias por cuidado de hijos, menores acogidos u otros familiares en 2017 fueron solicitadas por mujeres.
- Según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) (a fecha del segundo trimestre del 2021) en España sigue habiendo 1,3 millones más de hombres que de mujeres con empleo.
- Existen actualmente a fecha de 2022, dos millones de contratos a tiempo parcial de mujeres frente a unos 700.000 de hombres https://www.epdata.es/espana-hay-mujeres-trabajando-tiempo-parcial-frente-hombres/f713a4cd-6a32-4248-9413-accec1fcc6b5/espana/106
- Resumen de datos a fecha de enero 2022 de estadísticas de población activa
- El número de mujeres CEO en España, se sitúa en torno al 23%. Os dejamos con este y otros datos relevantes que podéis ver en el informe Women in Inclusión Business 2021 – Grant Thornton
Concepto de suelo pegajoso
Cuando nos referimos al término «suelo pegajoso» nos referimos a aquellas cargas familiares y del hogar a las que las mujeres deben hacer frente que limitan la capacidad de desarrollar plenamente todo su potencial laboral y personal.
La capacidad creativa, de reacción, dinamismo, de resolución y superación se ve disminuida en aquella persona que carece de tiempo, y esto sucede mayoritariamente en mujeres, que después de la jornada de trabajo fuera del hogar deben de asumir el gran peso de las tareas dentro del mismo, lo que supone una doble jornada de trabajo. En ocasiones, el miedo a sentirse sobrepasadas, la inseguridad de poder asumir una nueva obligación, hace que ellas mismas declinen la posibilidad de ascenso.
Existe un desequilibrio en el reparto de las tareas del hogar, y mientras este hecho siga existiendo, la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres seguirá estando presente.
Cómo combatir el techo de cristal
Estrategias políticas y empresariales
La Constitución española de 1978 en su artículo 14 promueve lo siguiente: «Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social». Y en el artículo 9.2 expone lo siguiente: » Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas; remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social».
Desde los organismos competentes deben promoverse las condiciones óptimas para que la igualdad de los individuos que formamos parte de esta sociedad sea una igualdad real y plena.
Las empresas, junto a los organismos públicos, deberían velar por la igualdad de derechos y oportunidades de sus trabajadores y trabajadoras, y buscar el equilibrio entre el beneficio económico y social.
Educación
Laeducación es la base para acabar con las desigualdades de todo tipo. En materia de igualdad aún hay mucho camino por recorrer, empezando por la eliminación de roles deportivos, o tratar de una manera profesional, siempre por expertos en la materia, la educación sexual afectiva en las escuelas para acabar con los papeles predefinidos vinculados al género.
Aunque el papel fundamental en este apartado lo juegan las familias, educando desde el cariño en la igualdad de derechos, obligaciones, habilidades y oportunidades de las personas que formamos parte de esta sociedad.
Empoderamiento personal
Las mujeres debemos desprendernos del sentimiento de culpa cuando priorizamos nuestro desarrollo personal. Somos personas libres, competentes y con capacidad de superación. Profesionales altamente capacitadas para el desarrollo de nuestra actividad, por lo que delegar responsabilidades en los otros iguales es un deber que ayuda a sumar en nuestro entorno.
Corresponsabilidad
Los convivientes tienen los mismos derechos y obligaciones respecto al cuidado del hogar. El reparto equitativo de las tareas de la casa debe ser de obligado cumplimiento. En primer lugar, porque somos seres autónomos, que podemos y debemos saber cuidar de nosotros mismos. Segundo porque mejora las relaciones de los convivientes y tercero porque repercute en nuestra forma de proyectarnos fuera del hogar.
De la misma forma, el cuidado de nuestros hijos y mayores de forma igualitaria tiene un doble beneficio, por un lado, proyectamos sobre los demás lo que hacemos, así que educamos en la igualdad real al mismo tiempo que enseñamos el verdadero valor del cuidado de aquellos que dependen de nosotros, un trabajo que no tiene precio, ni remuneración.
Para que la igualdad real deje de ser una utopía, y las oportunidades pueden ser igualitarias, la conciliación debe ser un hecho real, y aún en el año 2022, para una mayoría de mujeres sigue siendo una utopía.